Desde hace siglos, como parte de la tradición de los pueblos latinoamericanos, han existido personas que con gran sabiduría han empleado las plantas y hierbas como insumos medicinales. La gran mayoría de estas personas han sido mujeres que hoy conocemos como“yerbateras”y que han logrado transmitir sus conocimientos de generación en generación a sus hijas y nietas.
Estas figuras, en ocasiones incomprendidas y catalogadas como“brujas”, fueron la inspiración para Mónica Mendoza y James Núñez, para crear La Yerbatera, un restaurante oculto en el corazón de San José, que ofrece la oportunidad de redescubrir los ingredientes, sabores y procesos de la cocina tradicional costarricense, con las plantas y hierbas como protagonistas.
“Nuestra inspiración son las abuelas yerbateras, quienes nos alimentaban y sanaban usando lo que nos da la naturaleza. Así mismo debe ser el proceso de alimentar, con una intención de nutrir el cuerpo, el corazón y el espíritu”, explica Mónica Mendoza, co-propietaria de La Yerbatera.
De esta manera, plantas como el eneldo, la hierbabuena, el tomillo y la menta, son incorporados en los diferentes métodos de preparación de los platillos de La Yerbatera, ya sea en marinados, tatemados, ahumados, macerados o infundidos en aceites, las hierbas y especias son las que dan las notas para la sinfonía de sabor en los platos.
El concepto principal de La Yerbatera está basado en la cocina ancestral, rescatando modos de preparación de cocción lenta, e implementando tipos de preparaciones que hoy en día se conocen como“slow food”.
Asimismo, el restaurante busca rescatar y resaltar el uso de alimentos autóctonos de la cocina costarricense tales como el pejibaye, el maíz, el tacaco y el ayote, entre otros.
Desde su inauguración, La Yerbatera se ha desarrollado bajo el concepto de cocina oculta o“speakeasy”, términos que hacen referencia a establecimientos reservados que no se encuentran a simple vista y que emplean el boca a boca para atraer a sus clientes, evitando la publicidad y manteniendo en“secreto”su ubicación.
Según sus propietarios, de esta manera buscan que la experiencia para quienes visitan La Yerbatera sea especial y exclusiva, generando en sus comensales una expectativa de atracción de“deseo”, así como una incógnita en sus mentes, corazones y en el momento de descubrimiento de la sorpresa.
“Así es la magia, no es para todos, es para aquellos que con corazón y mente abierta que se entregan a la experiencia”, comentan.
Secreto desde la reserva hasta el postre
Es por esta razón que la experiencia“mágica”de La Yerbatera inicia desde el momento de hacer la reservación. Para visitar el establecimiento, se debe reservar por medio de WhatsApp, en el cual sele brindará a las personas una clave secreta que se debe mencionar en la entrada.
Una vez que se llega al punto de encuentro, el personal guiará a las personas a través de una puerta secreta hasta La Yerbatera.
“Entrar a La Yerbatera conlleva que se tomen un momento para romper con la rutina, con el estilo de vida acelerado e impersonal y reconectar con sus sentidos, con su ser y con los otros, pasar de un estado mental a uno más emocional y sensorial. Buscamos que la experiencia para nuestros comensales sea la de la“serendipia”, una sensación de bienestar, confort y felicidad serena”, agregó Mendoza.
En el restaurante, cada espacio está pensado para dar una sensación de confort e intimidad, pero también de despertar la sorpresa de espacios inesperados. Los elementos decorativos, como muebles antiguos, velas y plantas aromáticos, dan la percepción de que se transporta a otra época, a un lugar congelado en el tiempo.
Según sus propietarios, el acto de comer conlleva toda una experiencia de disfrute sensorial, emocional, mental y espiritual, por lo que incorporan elementos visuales como la decoración, que combina elementos antiguos que generan un ambiente sobrio, así como la luz que crea un ambiente acogedor. El elemento olfativo principal es el sahumerio, el cual es utilizado para abrir el paladar, y en cuanto al elemento sonoro, se pueden apreciar desde sonidos de aves hasta una selección de música techno selvático. Cada uno de estos elementos están calculados para crear un ambiente donde el comensal despierte sus sentidos, pero no los sature.
Para la preparación de los platillos, se utilizan solamente ingredientes orgánicos, sin conservantes, ni aditivos, no congelados o enlatados y todos los platillos se preparan al momento, garantizando la calidad y frescura que busca entregar a sus comensales.
El menú es reducido, lo que permite ofrecer gran detalle en la preparación de cada uno de los platillos. Asimismo, este cambia cada 3 meses para adaptarse a las temporadas de productos. El deseo de sus propietarios es que sus comensales puedan degustar de una gastronomía de autor, con ingredientes de origen y preparados al momento.
Cada platillo está pensado para rescatar sabores y saberes de nuestras cocinas ancestrales, en donde las plantas y hierbas sean las protagonistas, volviendo a las formas de consumo que se acostumbraban antiguamente, donde todo era natural y se aprovechaban al máximo los recursos de la madre tierra.
La bebida de la casa son los Gin & Tonics, y así como su historia comenzó siendo un“masala”(mezcla de especies)de la India al que le agregaron ginebra para que los soldados británicos se lo tomaran como brebaje medicinal, La Yerbatera busca ofrecer elixires y remedios para sanar el alma. Estas bebidas mezclan la coctelería de autor con la coctelería tradicional, manteniendo su esencia con la incorporación de ingredientes como enebro, rosas, anís, lavanda y flor de Jamaica, entre otras.
La experiencia de La Yerbatera trasciende lo gastronómico y permite disfrutar de las costumbres y saberes de las cocinas de nuestras abuelas. Si desea experimentar y degustar los platillos de La Yerbatera, puede reservar a través del WhatsApp 8613-3333, así como del Instagram: @la_yerbatera