La cena de gala del Beaujolais Nouveau 2024, celebrada por la Caìmara de Comercio e Industria Franco-Costarricense (CCI France Costa Rica) en San José, Costa Rica, marcoì el comienzo de la precelebracioìn de la reapertura de la Catedral de Notre Dame de Pariìs.
Durante el evento se rindió homenaje a la emblemática catedral francesa, un símbolo de la arquitectura gótica y la historia cultural de Francia, mediante una sorprendente interpretación culinaria de la misma. Un pastel réplica realizado por el equipo de maestros pasteleros de la marca costarricense de harina de trigo NACARINA, quienes rindieron tributo al arte y la historia a través de su destreza en la repostería.
El pastel fue elaborado con un realismo y precisión extraordinarios, bajo una planificación de más de 2 meses, que permitió crear una obra de 1.20 metros de largo, 0.85 metros de altura y 0.50 metros de ancho.
«Nos llena de satisfacción y honor ser parte de este homenaje a una de las edificaciones más emblemáticas del mundo, con obra que pone en evidencia la calidad de pasteleros nacionales, a la altura de las más reconocidas culturas gastronómicas del mundo. En Nacarina, creemos que la repostería es una forma de arte, y con esta réplica de Notre Dame, quisimos capturar el espíritu y la influencia que nuestro país ha tenido desde hace varios siglos.», expresó Herberth Hidalgo, gerente de marca de Nacarina.
Alexandra Bellayer-Roille, embajadora de Francia en Costa Rica, presentó esta joya arquitectónica en forma de pastel, destacando la estrecha conexión cultural entre ambos países. La Catedral de Notre Dame, construida en 1163 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, ha sido testigo de eventos históricos como la coronación de Napoleón I en 1804 e inspiró la célebre novela de Víctor Hugo El jorobado de Notre Dame. Esta reapertura, que marca un hito tras el incendio de 2019, es una oportunidad para celebrar y revivir su significado cultural en todo el mundo, incluido Costa Rica.
La Catedral de Notre Dame abrirá sus puertas al público en diciembre de 2024. La reapertura de este sitio de casi 900 años de antigüedad es un momento histórico que marcará el fin de una compleja y desafiante etapa de restauración, llevada a cabo con la precisión y el esmero necesarios para devolverle a París su joya arquitectónica.