Datos del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), indican que el consumo de pescado en Costa Rica se concentra en unas pocas especies, lo que genera una presión excesiva sobre sus poblaciones y afecta el equilibrio de los ecosistemas marinos.
Esta situación se intensifica en épocas de alta demanda, como Semana Santa, cuando el consumo de estas especies aumenta significativamente.
Frente a este desafío, Auto Mercado hace un llamado a diversificar el consumo de productos pesqueros como una estrategia clave para reducir el impacto en algunas especies de mayor consumo.
«El consumo de especies como el bagre, la macarela y el róbalo, además de diversificar la dieta y enriquecer la gastronomía, alivia la presión sobre poblaciones en riesgo como la corvina. Saber elegir entre especies con menor consumo y con trazabilidad es una decisión, consciente, de impacto que contribuye a la regeneración de los mares”, explicó Ethel Maldonado, gerente de Sostenibilidad de Auto Mercado.
Según la gerente, apostar por especies menos comunes, pero igualmente nutritivas y deliciosas, es una alternativa sostenible que beneficia tanto a los océanos como a las comunidades pesqueras.
Garantizar la trazabilidad de los productos pesqueros es fundamental para asegurar que provengan de fuentes responsables, respetando los tiempos de reproducción y recuperación de las especies.
«Además de proteger los ecosistemas marinos, los consumidores pueden acceder a productos más frescos, seguros y de alta calidad, fortaleciendo a las comunidades pesqueras que trabajan bajo prácticas sostenibles», agregó Maldonado.
A nivel mundial, el 92,7 % de los recursos pesqueros están sometidos a una fuerte presión de captura, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), lo que deja a numerosas especies al borde del colapso.
«Nuestra meta es generar un cambio en la manera en que las personas consumidoras eligen su pescado, queremos que cada vez más se tomen decisiones informadas y conscientes sobre el impacto de nuestras acciones en el océano”, concluyó Maldonado